- Dang it!
- First round
- Pros and Cons
- Role models
- Second round
- Not impossible
0. Dang it!
Recuerdo hace un par de años, cuando me encontraba en el nivel Intermedio II de mi curso de inglés en Madrid, tuve un tutor que era conocido por todos como uno de los más estrictos en toda la academia. Para él, su nivel servía como una especie de filtro para discernir quién deseaba aprender inglés de verdad y quién no. A todos nos daba risa este hecho, ya que, aunque tenía siempre un gesto de mal humor en su rostro, en realidad era muy bueno dando clases y su exigencia era compensada con una manera excelente de explicar las lecciones. Más que desanimarme, terminé recordando con él las razones por las que había decidido aprender ese idioma.
Una de sus principales características era lo apasionado que podía ponerse al hablar, un día duró toda la clase corrigiendo a una compañera porque ella decía que el will y el going to en esencia cumplían un mismo papel gramaticalmente hablando. Otra sesión, más reflexiva, estuvo hablando de la historia del inglés y por qué se ha vuelto un idioma universal que todos deberíamos aprender y dominar. Amaba hablar, pero se le notaba un brillo en la mirada cuando un estudiante le contradecía y propiciaba un debate con toda la clase en el que él apenas era partícipe.
Una de las discusiones más encarnizadas, que pasó a la historia como el mejor debate en todos los años de esa academia de idiomas en Madrid, comenzó un día cuando el profesor escribió la siguiente frase en el pizarrón:
Si tu sueño es hablar inglés sin acento extranjero, deja esta aula inmediatamente, porque jamás podrás lograrlo.
Todos nos miramos a la cara, confundidos con dicha petición y la afirmación que la respaldaba. Algunos, los aludidos, no estaban seguros de lo que debían hacer, si levantarse e irse, como fue solicitado; o quedarse a ver lo que nuestro profesor se traía entre manos. Yo solté una risa, por la mirada feroz que tenía el susodicho. Su contundente enunciado, nos dijo, tenía como motivo un debate de la clase pasada entre dos compañeros, uno decía que el acento británico era mejor y la otra manifestaba que el americano era más neutro.
Ahora tú, que me lees, quizás tengas la misma reacción que algunos de los que estaban en frente a esa pizarra. La decepción nos recorrió a todos casi por igual, aunque no todos lo expresaron. Cuando se empieza a aprender inglés, muchos pueden dominar su versión escrita, pero muy pocos se atreven a dar el paso a hablarlo. Aunque hay muchos motivos, uno de los más grandes es el miedo a no ser entendidos o que reconozcan nuestro acento como extranjeros.
El silencio fue roto por Joaquín, el más lanzado de la clase, quién sin esperar que le dieran permiso para hablar manifestó su negativa a aceptar lo que planteaba el tutor. Él, sencillamente, respondió que tenía la razón y que demostraría por qué. Fue así como iniciamos la discusión.
1. First round
Todo el mundo tiene un acento, comenzó su diatriba el profesor, así como en español un madrileño y un andaluz tienen diferencias entre su forma de hablar, también entre un nativo de América hay una diferencia grande en relación a un nativo de Inglaterra o un nativo de Australia. Y podemos ir más allá, alguien que habite al norte de Estados Unidos (como Nueva York) quizás tenga problemas en entender a alguien nacido y criado en Texas. Es verdad que se han creado o adoptado formas estándar de pronunciar el inglés en medios de comunicación, sin embargo, incluso estas corresponden a un acento elegido de los muchos acentos que puedas encontrar en la lengua anglosajona.
Adicional a todo esto, alegó que por mucho que nos esforzáramos en hablar sin acento, eventualmente habría algo que nos delataría ya que teníamos demasiados años hablando un idioma, como para eliminarlo de nuestro sistema. De acuerdo a esta breve explicación podemos ver que técnicamente hablando es imposible hablar sin acento, lo cual le da una aparente victoria a José (el profesor). Pero si hubiese terminado allí no sería el profesor que queremos y respetamos, ya que luego se lanzó a intentar demostrarnos por qué en realidad no queríamos hablar sin acento.
1.1 Pros and Cons
El lado negativo que todos vemos cuando se trata de hablar con acento extranjero es que, al expresarnos, nuestro interlocutor no pueda comprender lo que queremos decir. Pero hay algo aún más arraigado en nosotros y es el pavor que nos da hacer el ridículo y que alguien se burle de una frase mal pronunciada. Ambos son temores válidos que pueden quitarles las ganas de hablar a cualquiera, pero en gran parte es un temor injustificado. En primer lugar, ser comprendidos no tiene tanto que ver con el acento como con la claridad que adoptemos al hablar, ello se logra no teniendo como meta “eliminar el acento” sino hacer que nuestro vocabulario sea entendible. Por otro lado, con respecto a las burlas, de cada 10 personas con las que te encuentre nativas del inglés, quizás una se pueda llegar a reír de cómo hables y esta persona es muy posiblemente un idiota que no comprenda lo que es aprender otro idioma.
El acento de una persona extranjera es su sello de identidad, sé que esto puede sonar exactamente como lo contrario de lo que desea la mayoría, que es encajar en esa sociedad angloparlante, pero esto puede ser visto como una desventaja solo si tú permites que lo sea.
Vamos a ponernos en una situación hipotética, vas a una entrevista de trabajo y tu entrevistador te dice: “Where are you from? I've noticed your accent”. Tienes dos opciones, la primera es balbucear una disculpa y retirarte porque no mereces el cargo. La segunda es contarle que vienes de España, que te interesan los idiomas y por ello ahora eres bilingüe. ¿Cuál suena como la correcta? Te aseguro que disculparse no lo es.
A ojos de ese entrevistador, tu acento te hizo destacar, sobresalir por encima de otros aplicantes que tienen un perfil promedio. ¿Sabes por qué? Porque no cualquiera se atreve a aprender otro idioma, no cualquiera opta a un cargo laboral en ese nuevo idioma, antes eras un número más en la lista de entrevistados y ahora eres una persona que tiene determinación por aprender y osadía para enfrentar retos. ¡Felicidades! El puesto es tuyo.
Un ingrediente que no debe faltar para conseguir esto de hablar con acento es tener confianza incluso si se comete un error. Suena sencillo, pero es más complejo de conseguir, ¿no? Todos creíamos que el profesor nos estaba dando ese discurso motivacional porque él tenía un acento perfecto en inglés y que por ello se le hacía más sencillo de hablar sobre la confianza.
Pero nos sacó de nuestro error al comentarnos que él también ha tenido sus deslices idiomáticos y que en esos casos lo que hace es reírse de sí mismo y tomarlo como una lección. La verdad es que ninguna persona extranjera que aprende a hablar inglés logra deshacerse al 100% de su acento nativo por muy bien que dominen la gramática.
1.2 Role models
Triunfar teniendo un acento extranjero es imposible, soltó una compañera cuyo nombre no recuerdo. El tutor sonrió como si hubiese estado esperando precisamente esa intervención, casi como si tuviese un guion preestablecido en su mente. Apagó las luces y colocó un vídeo, era una TED Talk de una mujer asiática. Todos nos quedamos en silencio, escuchando atentamente. La charla, que duró poco más de 10 minutos, trataba la historia de cómo esta mujer, norcoreana, salió de su país.
Cuando culminó el clip yo entendí lo que nos quería transmitir con él. Ella tenía un acento marcado, probablemente estaba hablando para un público que creció hablando inglés, ¿cuántas de esas personas estaban pensando en el acento y cuántas estaban siendo inspirados por las palabras que decía? Ella se paró allí y dijo lo que tenía que decir, al final una ovación de pie recibió su discurso, el acento era tan solo una carta más que mostraba su origen. Si necesitas inspirarte para aceptar tu acento, ¿por qué no ves a aquellos que han logrado grandes cosas incluso con su acento? Antonio Banderas, Penélope Cruz, Arnold Schwarzenegger, ¡el mismísimo Albert Einstein! Todos hicieron o hacen lo que los hace grande y el acento que poseen no los ha detenido ni un poco.
2. Second round
Aunque veíamos la gran verdad que nos estaba siendo mostrada y algunos terminamos convencidos de aceptar nuestro acento, no todos eran huesos tan fáciles de roer. Joaquín, encabezando a los contrincantes, volvió a atacar. Con un poco de sarcasmo mencionó que le parecía hermoso eso de querernos y que la próxima clase traería una guitarra para cantar alrededor de una fogata, pero que él había venido aquí a superarse y parte de esa superación tenía que ver con hablar inglés correctamente.
¿Recuerdan ese brillo que mencioné aparecía en la mirada de José, el profesor, cuando lo contradecían? Con esa mirada observo fijamente al muchacho que se atrevía a hablarle en ese tono. Puedo entender a mi compañero, así como podía entender a mi profesor. Este le respondió que nadie había dicho que tenía que hablar incorrectamente inglés, su punto era que debíamos olvidar el ideal de hablar sin acento ya que ello sería un 99,99% imposible.
“¿Entonces jamás podré hablar con el acento británico que tanto me gusta? ¿Para qué quiero aprender inglés entonces?”, fueron las dos preguntas que soltó alguien del bando de Joaquín. Yo estaba disfrutando del debate, casi con popcorns en la mano, en cierta forma me parecía bonito tener un acento modelo, pero no creí que fuese vital llegar a él como meta, mi objetivo era manejar el inglés.
Tal vez tú también tienes como propósito hablar como un artista que te guste o como la serie que tanto ves, entonces déjame decirte que el profesor sacó de su error a la compañera en cuestión, le explicó que, aunque él no lo recomendaba, sí era posible emular un acento, aunque para ello había que trabajar mucho. Estas fueron las recomendaciones que nos dio.
2.1. Not impossible
Si tienes la convicción firme de hablar con un acento que no sea el propio, sea por la razón que sea, debes tener un par de cosas en mente. La primera es que debes elegir cuál acento deseas tener, esto no va a ser como cambiarse una camisa por otra sino un tanto más complicado, debes hacer de este acento tu mejor amigo. Lo ideal sería mudarse un tiempo prudencial a ese lugar, para vivirlo de primera mano, pero si no está en tus posibilidades, siempre puedes recurrir al internet. Busca series y películas con ese acento, escucha la radio de ese lugar, investiga los podcasts que tengan su origen allí. Debes escuchar ese acento incansablemente.
Luego de tener tu entorno a prueba de otros acentos que no sean aquel que tienes como objetivo, aprende de él, conoce los sonidos que lo hacen diferente a otros y ponlos en práctica. Son muchos, así que ve uno por uno y luego mézclalos.
Grábate y encuentra los errores que estás cometiendo y vuelve a grabarte hasta que lo consigas. Busca en internet vídeos donde den lecciones de pronunciación y entonación acordes al acento escogido. La práctica hace al maestro, así que, si de verdad es lo que deseas, practica tanto como puedas e incluso un poco más.
Si quieres llevar tu dominio de este acento a otro nivel, necesitas también sumergirte en la cultura del lugar al que has apuntado, ya que la forma de hablar de sus nativos tiene mucho que ver con aquello que les gusta y les rodea. Por último, para darle el toque final, aprende coloquialismos de dicha zona. Tener un perfecto acento y no dominar los coloquialismos también podrán ser una bandera roja que evidencie tu origen.
Aunque muchas academias de inglés en Madrid se inclinan en la balanza al extremo de aceptar tu acento extranjero, siguiendo estos simples consejos podrás camuflarte un poco si lo que deseas es mezclarte con cierta región o acento. ¡Espero te sirvan! Por cierto, al finalizar la sesión de ese día todos salimos contentos, sabiendo que estábamos en el lugar correcto.
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