Si has llegado a este artículo quiere decir que te ves a ti mismo en pocos años como un importante hombre o mujer de negocios. Y como buen emprendedor del business, sabes que debes prepararte para este difícil campo enfrentando buenos retos.
Uno de esos desafíos es realizar la especialización en una importante universidad de negocios, también sabes que para llegar hasta allí, debes pasar uno de los requisitos más intimidantes que tienen este tipo de instituciones: el examen GMAT (Graduate Management Admission Test). Y este requisito es tan indispensable como ineludible.
El GMAT se parece bastante a la prueba de admisión que seguramente presentaste hace algunos años en tu universidad para ingresar a los estudios de tercer nivel. Pero ¿qué hace tan importante a esta prueba? Lo que hace palidecer a muchos postulantes frente a este examen es que su nivel de complejidad es mayor, y como si esto no fuese suficiente, la dichosa evaluación viene además en inglés, por lo que no solo debes estar bien preparado en cuanto a tus habilidades comunicativas y de escritura, debes además tener excelentes herramientas interpretativas en la lectura.
Adicionalmente, debes demostrar dominio en el campo de las matemáticas, estadísticas e interpretación de gráficos, y para finalizar, como guindilla del pastel, debes manejar lo más diestramente posible el idioma inglés, porque todo, absolutamente todo lo que en las páginas del GMAT te espera, estará en lengua anglosajona.
Sin embargo, aleja de ti las infortunadas preocupaciones. Esto no es nada que un futuro empresario no sea capaz de sobrellevar. Sabemos que el solo hecho de postularte para presentar el GMAT, te convierte en una persona audaz, ambiciosa y es seguro que ya cuentas con muchas de las competencias que se necesitan para ponerse a la altura de semejante reto.
A pesar de esto debo informarte que, para muchas universidades, en especial aquellas que ofrecen el MBA (Master Bussiness Administration) no solo es suficiente aprobar el GMAT. Para ser aceptado en estos importantes lugares donde se codea la realeza de los negocios, hay que además aprobar este examen dentro de un ranking puntero entre todos los examinados. No basta simplemente con pasar, hay que sacar el mejor puntaje posible, debes ser una mente superior, uno de los excelentes.
Lo que debes saber para dominar el GMAT nivel Dios
A grandes éxitos, grandes desafíos
Una de las características de una persona de negocios es ser previsiva. Seguramente tú ya lo eres, por lo tanto, no solo te has preocupado por llevar un increíble récord académico que avala tu dedicación y esmero en aprender al detalle todo lo que necesitas para nadar junto a los tiburones del mercado, sino que además te has ocupado desde hace tiempo ya, en aprender el idioma inglés en alguna de las muchas academias de idiomas en Madrid, porque sencillamente estás al tanto de que esta habilidad resulta indispensable al manejar negocios de alto quilate internacional.
Seguramente ya estarás al tanto de que existe más de una academia GMAT en Madrid que te ofrecerá entrenamiento para afilar tus garras antes de enfrentarte a este examen. Pero, queremos que sepas que frente al GMAT, ser el mejor promedio de tu clase no resultará suficiente, ser el mejor hablante de inglés nacido en España, tampoco, y por supuesto, haber realizado uno o varios cursos GMAT en Madrid, menos que menos.
Este es un campo de batalla en el que hay dos polos extremos: de un lado estás tú, armado con tu mejor equipamiento de guerra (todas las destrezas que has acumulado hasta hoy), y del otro lado una gran pantalla donde se leen los gigantescos caracteres que identifican al GMAT.
¡Pero no te asustes! Simplemente queremos que veas esto como una gran batalla de la que puedes salir victorioso debido a tus cualidades y a nuestros tips. Estamos dispuestos a darte unos truquillos que parecen sencillos pero que seguramente marcarán la diferencia entre la persona a tu lado que sudará a mares muerta de nervios presentando la GMAT y tú que estarás muy aplomado y controlado ese día.
Presta atención a las recomendaciones que vamos a hacerte para que no seas uno más en las grises estadísticas de los anónimos, esos que una vez osaron enfrentarse a la GMAT y que fueron derribados de sus caballos con todo y armadura cual tragicómico jinete quijotesco.
Conociendo el GMAT desde adentro
Primero debes saber que al momento de presentar la GMAT, ya debes haber realizado unas cuantas simulaciones de esta prueba, bien sea por tu cuenta o porque hayas tomado un curso GMAT en Madrid. Al haber hecho esto, ya estarás al corriente de las tres partes que conforman el cuerpo de tu adversario:
La parte superior, constituida por la corpulenta AWA, Analitycal Writting Assessment, en la cual debes sacar tus mejores argumentos para redactar no uno, sino dos ensayos. Eso significa que ya debes haber llenado unas cuantas libretas con ensayos hechos por ti, que te funcionaron como entrenamiento previo y que luego de superar el combate puedes, si gustas, publicarlos.
La parte media, conformada por la Quantitative Section, que cuenta con tres poderosos tentáculos: geometría, álgebra y aritmética. Nada que un experimentado y aplicado aspirante a empresario como tú, no pueda manejar.
La parte más baja de tu contrincante es conocida como la Verbal Section, y aquí puedes asestar varios golpes contundentes ya que está constituida por partes blandas del idioma que medirán tu comprensión de lectura, tu capacidad de razonar de forma crítica y si eres o no capaz de corregir oraciones que presenten un error.
Tampoco es que te vayas a confiar demasiado en esta parte, ya que debes recordar que el idioma inglés tiene recovecos que pueden emboscarte, entre ellos, los llamados “Falsos Amigos” y “Slangs” que dicen una cosa textualmente cuando en realidad significan otra muy distinta.
Ojo a los detalles
Así dicen los ancianos, y es una gran verdad, quien no cuida los detalles puede perder la batalla. Ya has conocido la anatomía de tu contraparte, tienes información, tienes conocimiento, ahora debes establecer minuciosamente cuáles serán tus estrategias.
Es necesario que prestes atención a otro tipo de pequeñas acciones que pueden darte fuerzas si las practicas o pueden meterte una zancadilla si las ignoras.
Practica en condiciones adversas
Como ya te he mencionado, esta prueba por lo general se presenta en un espacio que compartirás con otros candidatos y de seguro habrá mil y un factores distractores que te sacarán de tu estado de concentración tibetana si no tomas las previsiones, por esa razón te sugerimos que busques entornos bastante concurridos y nada silenciosos para realizar tus simulaciones de prueba.
De esta manera estarás blindado contra la distracción y este no será un flanco débil para ti, el día en que en verdad te toque presentar el test. Una buena idea es que, si está a tu alcance, tomes un curso GMAT en Madrid, ya que estas instituciones cuentan con personal capacitado que ya ha pasado por la experiencia GMAT, con resultados sobresalientes y rodearán en situaciones y entornos similares a los reales que fortalezcan tu capacidad de enfoque para que logres tu objetivo.
Llega a la meta sin tomar atajos
Al momento de hacer las simulaciones del GMAT, es importante que seas bien honesto contigo mismo. No busques atajos, ni “caminos cortos” para culminar tu prueba, es decir, nada de hacer trampas saltándote secciones que no te agradan y pasando a las que si te gustan.
Hacer esto te reducirá el tiempo que le dedicarás a la prueba y te creará una falsa sensación de brevedad que no tiene que ver con la realidad. El GMAT real puede durar entre 3 y 4 horas, lo que significa que debes hacer una labor intelectual durante casi 4 horas casi sin parpadear y sin levantarte de la silla.
Debes ir entrenando tu mente y tu cuerpo para el difícil esfuerzo de estar físicamente inactivo con el cerebro activado al 3000 %. Este es un arte que solo dominan los místicos orientales que pueden permanecer inmóviles horas y horas. Te sugiero que incluyas en tu entrenamiento, sesiones de meditación, esto te preparará para que no seas víctima del desespero que supone quedarse quieto en un solo sitio por tanto tiempo seguido y que, si no la controlas, podría convertirse en una angustia creciente que afectaría negativamente tu rendimiento.
Prepárate para el escenario más complejo
Recuerda que, al enfrentarte al GMAT estarás luchando contra una hija nacida de las mismísimas entrañas de la infalible Inteligencia Artificial. ¿Cómo es eso? Por si no lo sabías (aunque seguro sí lo sabes) el GMAT está diseñado para acecharte y olfatear tus debilidades. A medida que vayas respondiendo de manera correcta, ella mutará para volverse más intimidante arrojándote ataques de artillería cada vez más pesada (preguntas con un nivel de complejidad más y más elevada).
Por tal razón, nunca subestimes a la GMAT. Cada paso que das, es información que revelas de ti. Ella detectará tu miedo, tus dudas, por eso camina con paso firme procurando acertar la respuesta desde el round 1. No te dejes amilanar, la mente humana creó a la mente artificial. Anda y demuestra quién manda a quien.
Mantén un equilibro en tu preparación GMAT
Debes tomarte este reto en serio y practicar con la disciplina de un militar. Busca distintas formas de practicar a diario. Sin excusas. Como si fueses un gladiador entrenando para medir tus fuerzas en la arena, frente a un público romano que espera ver correr sangre (procura que no sea la tuya). Para preservar la vida de tus sueños (alcanzar la máxima puntuación en el GMAT), no puedes darte el lujo de holgazanear, procrastinar o postergar.
Autocontrol es la palabra clave en esto. Algunos especialistas hablan de un tiempo de preparación mínima de un semestre. Los grandes logros requieren grandes esfuerzos y grandes renuncias, así que dile por un tiempo adiós a toda actividad que no vaya destinada a afilar tus capacidades para plantarte de tú a tú con este examen.
-Cada quien conoce sus debilidades. Si eres de los que se atacan de los nervios ante un reto, procura el día anterior preparar todo lo que vas a requerir al momento de llegar al lugar de la prueba: tapones para los oídos (si te perturba el ruido), algún bocado si la ansiedad te da hambre, papel higiénico (si el estómago traiciona), pañuelo (por si aparece algún inoportuno ataque de tos o estornudo), hidratación con tu bebida predilecta, papel y lápiz para hacer alguna anotación, goma de mascar (algunos procesan mejor el estrés al masticar).
Por último, recuerda que la precisión en tus respuestas debe ir de la mano de la velocidad. No te enganches con una pregunta que desconozcas, pero trata en la medida de tus posibilidades de no dejar en blanco ninguna respuesta. Recuerda que todo lo que hagas en el GMAT puede ser usado en tu contra. Soldado avisado no muere en guerra. Confiamos en que estas recomendaciones te ayudarán a lograrlo. ¡Suerte!
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