Aprender un nuevo idioma es algo emocionante, una aventura que conlleva mucho más que solo saber expresar palabras. Cuando adquieres una nueva lengua, en el proceso te empapas de la cultura de la que nace esta, sus costumbres, su forma de vivir el día a día, las comidas típicas, los programas de tv que prefieren sintonizar.
Conocer un idioma es, a su vez, conocer su gente. Tu mente se amplía hacia nuevos horizontes. Esto puede volverse adictivo y es por ello que las personas que aprenden a hablar en otro idioma, pronto se descubren deseando más. Personalmente, puedo atestiguar la veracidad de esta afirmación, ya que incluso tengo una wishlist de lenguas por adquirir.
Aunque esto suene idílico, si algo nos ha enseñado los cuentos de hadas es que hace falta combatir contra un dragón (o más) para conseguir el “felices por siempre”. Para algunos puede ser superar el temor a hablar con alguien nativo, o con mayor experiencia; otros dirán que el mayor obstáculo será adaptar su oído a nuevos sonidos.
¿Para mí? La gramática. Quizás este dragón me inspiraba temor por lo aburrido que me sonaba, más que por su complejidad, aunque conozco quienes consideran aprender normas gramaticales una lucha imposible, incluso de su propio idioma.
Sea cual sea tu caso, si has llegado a este punto de la historia es porque no te terminas de convencer de lo inofensiva que es en realidad la gramática, específicamente la inglesa, ¡bienvenido seas!
Aunque no pretendo que salgas de aquí vuelto un experto en este tema, listo para dar una clase magistral, mi objetivo es que demos juntos el primer paso en ese camino que tanto pánico te ha hecho sentir.
Gramática inglesa para principiantes: 5 normas básicas
Que no te dé pena si necesitas tomar mi mano, prometo protegerte hasta que puedas andar por tu cuenta. ¿Listo? ¡Adelante!
1. Sobre el orden
Por regla general en inglés, al igual que en español, las oraciones afirmativas y negativas suelen poseer el mismo orden, es decir sujeto, verbo y predicado o complemento.
Sin embargo, al formular preguntas esto variará, ya que hay distintas fórmulas, bien sea con el verbo to be, con un auxiliar seguido de otro verbo o con las palabras interrogativas (como who o why). Esto puede sorprenderte, teniendo en cuenta que existe la creencia del inglés siendo un idioma que se habla “al revés” que el español.
Esta sensación, quizás, se explica con el hecho de cómo algunos elementos se ordenan distinto entre ambos idiomas. Por ejemplo, para ser específicos, el orden entre los sustantivos y adjetivos. Al decir “Tengo un carro rojo” en inglés, el adjetivo pasaría a estar primero que el objeto, resultando en “I have a red car”.
Nota: existen excepciones a estas normas, así como variaciones dependiendo de los tiempos verbales y qué tan compleja sea la oración, pero este orden es un excelente punto de partida.
2. Nombrando
Al igual que en nuestro idioma natal, para nombrar hace falta un tipo de palabra específica llamada sustantivo. Estos pueden designar objetos, personas o lugares. La clasificación es bastante similar a la nuestra, pueden ser propios (si nombramos algo específico) o comunes (si es genérico); así como pueden ser contables o incontables dependiendo de si es algo concreto o tiene una cualidad abstracta no cuantificable.
Aunque existen los géneros, el femenino/masculino solo se aplica a personas, a diferencia del español, donde los objetos también reciben género, existiendo LA cama o EL suelo. Para ello existe el género neutro que abarca todos los sustantivos que no sean personas. Existe adicionalmente un tipo de género llamado común que aplica para sustantivos que son aptos indiferentemente del género de la persona.
Los plurales de estos se pueden formar de 3 maneras. La primera es agregando una letra S al final del sustantivo, en la mayoría de los casos; la segunda es agregando el sufijo –es, cuando la palabra termina en -ch, -s, -x o -z, así como cuando termina en consonante + la letra Y, donde esta se cambiaría a la letra I.
La tercera aplica en sustantivos llamados irregulares, que cambia por completo si se habla de plural, por ejemplo: man (hombre), men (hombres).
Nota: si quieres mostrar variedad en tu discurso, puedes cambiar los sustantivos por pronombres personales los cuales son: I (yo), you (tú/ustedes), she (ella), he (él), it (eso), we (nosotros), they (ellos).
3. De las acciones
Para hacer referencia a aquello que está sucediendo, y también el momento en el que sucede, existe el verbo. Este tipo de palabra tiene tanto peso, que es la única que por sí sola puede formar una oración con completo sentido.
Existen múltiples tiempos verbales, pero los 3 principales son pasado, presente y futuro. Los otros son solo maneras de delimitar aún más el momento en el que ocurre un evento, así como su duración temporal.
De estos dependerá la conjugación del verbo, la cual puede ser regular, en la que se agrega el sufijo –ed al verbo; o irregular, si el verbo varía dependiendo del tiempo al que se conjugue.
Existen verbos principales, que pueden trabajar de manera independiente y verbos auxiliares, que dada las funciones que cumplen (desde formar algunos tiempos verbales, hasta formar interrogaciones y negaciones) dependen de otro verbo.
Dentro de estos verbos auxiliares existen los verbos modales, que a diferencia de sus compañeros que pueden servir como verbos principales también, no pueden valerse por sí mismos bajo ninguna circunstancia .
Nota: no todos los verbos son lo que parecen, algunos se han transformado en phrasal verbs dado que se les agregó una preposición o un adverbio, la diferencia entre el verbo y el verbo frasal es que el segundo funciona como expresión idiomática y su significado (o significados) suele tener que ver más con el contexto que con el verbo del que surge.
4. Detalles
Para modificar, y en algunos casos describir o delimitar, en inglés existen dos tipos de palabras, las cuales son los adjetivos y los adverbios. Los primeros se usan exclusivamente con sustantivos y su función es la de ampliar, complementar, especificar o cuantificar los mismos.
Dependiendo del tipo de adjetivo, existe un orden ya preestablecido para introducirlos en una oración. A diferencia del español, donde es posible hablar de “Un viejo”, sin necesidad de agregar que es un hombre; en inglés el adjetivo siempre debe estar acompañado de su respectivo sustantivo.
El adverbio, por su parte, se encargará de modificar otras partes de la oración, las cuales pueden ser los verbos, los adjetivos e incluso otros adverbios. Su función principalmente es la de indicar tiempo, modo y lugar; aunque puede cumplir otras como indicar frecuencia, cantidad, probabilidad, intensidad, entre otros.
5. No menos importante
Hasta ahora hemos hablado de palabras grandes, tanto en tamaño, como en significado. Con todas ellas se puede construir un discurso bastante claro, son los órganos vitales de ese cuerpo llamado “inglés”. Pero este carecerá de esqueleto si no se complementan con otras palabras que pueden parecer insignificantes, pero que juntas se encargan de dar forma a tu cuerpo discursivo.
El artículo forma parte de los determinantes. Similares a los adjetivos en cuanto a su objetivo, con ellos podrás delimitar el sustantivo en cuanto al género y el número. Este tipo de palabras siempre irá antes del sustantivo.
Estos pueden ser indeterminados (a/an para hacer referencia a algo que ves por primera vez o que no sea específico) o determinados (the para cosas específicas o que ya fueron mencionadas).
Debes tener en cuenta que, a diferencia del español, el uso de este último artículo solo se ve si es necesario definir, por lo que no dirías “The cup” (la taza), a menos que te quieras referir a una taza específica.
Finalmente, necesitamos el adhesivo que una todos estos elementos a los que nos hemos referido entre sí. Para ello contaremos con las preposiciones y las conjunciones.
Una conjunción enlazará oraciones, frases e incluso palabras dentro de una oración, dependiendo del sentido que le queramos dar a nuestro enunciado. Por su parte, la preposición únicamente enlaza palabras o elementos dentro de una oración, como el verbo y el complemento, por ejemplo, mas nunca oraciones, para demostrar destino, origen, dirección, y un largo etcétera.
Siempre es buen momento para aprender sobre gramática, personalmente recomiendo que la abordes cuando ya estés considerando ser un hablante de nivel superior al básico.
Muchas cosas pueden aprenderse de forma empírica, en el camino, o intuitivamente. Pero otras necesitarás estudiarlas en profundidad para poder incluirlas correctamente a tu manera de expresarte.
Ya sea que la estudies de manera estricta, recitando conceptos y aprendiéndolos de memoria; o que lo hagas poco a poco, aplicando los conceptos en el contexto hablado, espero que estas normas te sirvan como base para adquirir mayor conocimiento y que eventualmente puedas dar una clase magistral sobre el tema, ¿por qué no?
Si quieres profundizar en todos los temas tratados aquí, y más, no olvides darte una vuelta por el blog de la Academia Americana EXAM Madrid, así como en los cursos de inglés que tenemos a tu disposición.
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