En mi oficina me conocen por ser imprudente y he de admitir que no se equivocan, pero tampoco dicen la verdad en su totalidad. La raíz de mi delicada situación radica en que a veces la conexión entre mi cerebro y mi boca tiene un corto circuito, dejándome sin filtros. Por si esto fuese poco, mi rostro es muy expresivo y generalmente no tengo control sobre él. Esto me hace terrible mintiendo y disimulando cuando un momento requiere de compostura.
Sección Verbal del examen GMAT: ¿cómo evitar los errores más comunes?
No voy a decirte que no puedo mentir, porque ya eso sería una mentira. Tampoco debes creer que tus secretos estén en peligro conmigo, si me lo pides eso que hiciste en la fiesta de navidad se irá a la tumba conmigo. Pero si a una compañera de trabajo le gusta un chico y me pide que lo vea discretamente, se va a enterar no solo el chico sino todos a su alrededor. Y si le haces una broma a alguien y esa otra persona me pregunta directamente si fuiste el responsable, considérate entregado.
Si eres como yo, me entenderás. Si no lo eres y alguna vez te topas con alguien tan imprudente como yo, considera que errar es de humanos. Si eres una chica y subiste un par de kilos, no mires con odio a quien te pregunte cuántos meses de embarazo tienes, solo fue un momento de despiste. Si eres un chico y decides dejarte el cabello largo, ten consideración con quien pueda llamarte “señorita”. Si errar es de humanos, perdonar es de sabios.
El único error que no se perdona, bajo ningún pretexto, es uno que cometas en el examen GMAT. Es más, me atrevería a afirmar que un error en esta prueba podría costarte la vida, o casi. ¿Qué estoy exagerando con esta afirmación? Efectivamente. El examen GMAT quizás no ponga en riesgo tu vida, por los momentos, pero un error en el mismo sí puede causarte pérdida de tiempo y dinero, que siguen siendo de bastante importancia.
Algunos errores son más comunes de cometer que otros, y en la sección Verbal del examen GMAT algunos son más tontos que otros, admitámoslo. ¿Entrar en el salón incorrecto de la academia GMAT en Madrid? Común. ¿No traer nada con qué escribir el primer día de clases? Tonto.
En EXAM Madrid Academy, como impartidora de cursos GMAT en Madrid, queremos que tu paso por el GMAT Verbal sea mistake free y por eso decidimos compilar para ti algunos de los errores más comunes, y otros tontos, que puedes llegar a cometer, considéralo los bloopers del GMAT. Aunque algunos te den risa, debes procurar ante todo aprender de ellos. Estos errores irán desde lo más general a lo más específico, ya sea al prepararte o durante la presentación del examen.
Los “bloopers” del GMAT: Todos los errores que debes evitar cometer
Dicho esto, es hora de ver esos pequeños y grandes errores que tú NO vas a cometer durante el examen GMAT, específicamente en la parte Verbal, aunque algunos apliquen para otras secciones, ¡vamos allá!
1. No tomar notas
Con la llegada de la tecnología, muchos hemos olvidado este valioso recurso, tomar notas. Nos esforzamos en buscar entre las mejores academias de idiomas en Madrid, pero en vez de llevar papel y lápiz, creemos que con tomar una foto al pizarrón o grabar al profesor ya estaremos aprendiendo. Durante el examen GMAT, quizás puedas creer que evitando tomar notas estarás ahorrando tiempo, ¡error! La simple acción de escribir puede activar tu mente a recuperar información que con tan solo ver la pantalla quizás estés pasando por alto.
Cuando te estés preparando para las preguntas de Reading Comprehension, sobre todo, pon en práctica la toma de notas sobre los pasajes que vayas leyendo, dónde ubicar información que crees podrá ser de utilidad más adelante. De esta manera podrás evitar tener que releer un párrafo entero y en cambio será tan sencillo como ubicar palabras claves de tus notas.
Otro factor a tomar en cuenta, relacionado con la toma de notas y el tiempo, es escribir de manera legible. Es verdad que no estarás escribiendo para nadie más y tus notas no deben ser las más hermosas, pero si ni tú puedes comprender lo que escribes, entonces tenemos un problema, amigo. Tu prioridad debe ser mantener el orden suficiente para que lo escrito te sea de provecho, por ello debes practicar con mucho tiempo tu forma de tomar notas, el uso de abreviaciones y siglas.
2. Subestimar (o sobreestimar) el GMAT Verbal
Este error, o errores, tienen raíz en un mismo problema: el examen GMAT es un examen que sirve como requisito en el proceso de admisión a un MBA. Las personas que subestiman la sección Verbal del GMAT, por creer que no es algo tan vital para la profesión a la que apuntan, pueden cometer el error de prepararse más para la sección cuantitativa y solo dar un repaso rápido (y de último minuto) a las preguntas de la sección Verbal, lo cual lleva a que no estén lo suficientemente preparados.
Por su parte, quienes sobreestiman la sección Verbal pecan de dejarse intimidar por ella, creyendo que deben estudiar listas interminables de palabras y reglas ortográficas complicadas, resultando en un bloqueo al que ni el mejor curso GMAT en Madrid puede oponerse.
Es verdad que necesitas tener conocimiento de ciertas reglas ortográficas y leer un poco para ampliar tu vocabulario, también es cierto que las preguntas de esta área tienen cada una sus trucos y que estos pueden ser intimidantes a primer vistazo, pero en su mayoría tienen más de estrategia que de otra cosa. Nada que no se pueda enfrentar con suficiente preparación.
3. Preparación insuficiente
Hablando de preparación, hacerlo a último minuto no es el único error que se puede llegar a cometer en este territorio. Prepararse con mucho tiempo de antelación, pero sin un plan apropiado, puede ser igual de dañino. Si crees que la mejor forma de prepararte es estudiando mucho de todo por tu cuenta, ya vas por mal camino.
En primer lugar, necesitas por lo menos contar con la opinión de alguien que conozca sobre el examen GMAT y la sección Verbal, recuerda que a mayor cantidad de fuentes que consultes, mejor. Si no puedes inscribirte en un curso de preparación, en internet puedes encontrar múltiples mentores con opiniones igual de válidas a tu disposición.
Si vas a hacer tu plan de estudio, recuerda que siempre es mejor iniciar con los puntos débiles. No se obtienen los mismos resultados enfocando tu estudio por igual en todas las secciones que enfocando un tiempo mayor en la sección que más te cueste y de allí pasar a las otras donde estés más preparado.
Para esto, toma un examen de práctica al iniciar tu preparación que te sirva como guía para analizar objetivamente dónde tengas la mayor cantidad de fallos. Durante tu preparación, mantén un recuento de tu progreso tomando exámenes cada cierto tiempo.
4. No estar preparado para el CAT
El examen GMAT tiene un formato Computarizado Adaptativo (CAT, por sus siglas en inglés). Esto quiere decir que a mayor cantidad de preguntas aciertes, mayor será la dificultad de las próximas interrogantes. Para ello, utiliza un algoritmo en tiempo real que se adapta, de allí lo de adaptativo, a ti.
La mala noticia es que no hay forma de vencer este algoritmo, aunque hayas leído en algún blog que esto sea posible, no hay trucos ni magia alguna que te asegure una victoria frente al CAT. Intentar combatir este sistema solo te tomará tiempo y enfoque, por lo que te recomiendo encarecidamente que lo descartes.
La mejor forma de enfrentarse al CAT es estar preparado para él. Aunque puedas utilizar exámenes no adaptativos durante tu preparación, lo recomendable es realizar por lo menos dos exámenes que tengan el mismo sistema adaptativo que el examen real y con un tiempo igual al que te tomará el día del examen. Aunque existen distintas fuentes donde encontrar pruebas de esta índole, algunas son más confiables que otras y la mejor siempre será la oficial, es decir el Official GMAT Prep Software desarrollado por el ente administrador del GMAT.
5. Fallos al afrontar las preguntas
Nadie sabe con exactitud cómo va a reaccionar el día del examen, por muy bien preparado que se pueda sentir. Los más confiados también pueden sufrir de nervios y sentirse abrumados al recibir la primera pregunta y ver el tiempo pasar. Lo primero que debes saber es que apresurarse nunca es buena idea, bajo ningún concepto.
Saltarse los enunciados es una vía directa al fracaso. Leer atentamente, incluso hacerlo un par de veces antes de responder, aunque pueda sonar como una pérdida de tiempo, te asegurará conocer con exactitud lo que se te pide, ya que las opciones a elegir pueden intentar tenderte una trampa.
Otro error común al afrontar las preguntas es el miedo a fallar. Si tienes miedo a fallar, te puedes paralizar ante una pregunta que no comprendas o a la que no tengas una respuesta satisfactoria. Cuando llegues a este punto, porque créeme que por lo menos una vez lo harás, tu mejor opción es adivinar.
Sé que puede sonar descabellado, pero no lo es. Es preferible completar la totalidad del examen, con un par de errores, a no completarlo. Si te encuentras con una pregunta a la que no puedes darle respuesta, descarta las que estén completamente erróneas y a partir de allí lanza una moneda y escoge entre las restantes.
6. Demasiada preparación
No me mires con esa cara, sé que lo que digo suena a completa locura, pero realmente existe prepararse en demasía. Tu día tiene 24 horas y la semana 7 días. Si sales de un curso GMAT en Madrid a otro, comes algo de comida basura, y de allí te vas a un curso de matemáticas, para culminar el día preparándote por tu cuenta y dormir un par de horas sobre tus apuntes, quizás estés dando demasiada importancia a la preparación y olvidando algo igual de importante: ¡tu salud!
Lo entiendo, prepararse para un examen es estresante, sobre todo si lo estás tomando en un idioma que no es el tuyo. Tienes que hacer malabares entre practicar para los ensayos, hacer repasos en matemática y leer para el Verbal, esto sin contar que debes trabajar y hacer cosas de adulto como pagar impuestos o cuidar hijos, ¡qué sé yo! Pero si descuidas tu salud física, eventualmente tu mente resentirá esto.
No comer y descansar adecuadamente te irá agotando, tu mente no podrá concentrarse igual y esto solo te generará mayor estrés. Permítete respirar hondo, estirar los músculos, comer una buena comida y verás cómo lo demás fluirá.
7. Distintos tipos de preguntas
Como ya has de saber, la sección Verbal tiene distintas subsecciones: Sentence correction, Reading comprehension y Critical reasoning. Más allá de los errores generales que te he comentado hasta ahora, existen algunos más específicos, que tienen como raíz otros generales.
Por ejemplo, al hablar de la toma de notas y la lectura de enunciados, en las preguntas de comprensión lectora podemos encontrar aquellas personas que leen una sola vez el enunciado, sin tomar notas, y se apresuran a responder lo que consideran correcto. Lo mejor para evitar esto es leer dos veces el enunciado, tomando notas de puntos claves, encontrar la respuesta más acertada y comparar con el enunciado, ¡siempre lo tendrás al alcance de la mano!
En las preguntas de Sentence correction, en cambio, nos encontramos con la típica que todos hemos leído o escuchado: “la respuesta A es tan solo la misma oración, sin alteraciones”. Esto, por lo general, es cierto. En la mayoría de los casos, la respuesta A es un descarte automático, sin embargo, nunca está de más que le eches un vistazo rápido para descartarla en un 100%, ¡podrías sorprenderte!
Finalmente, en las preguntas de razonamiento, la tentación más grande que debes evitar es utilizar conocimientos previos para asumir las respuestas o intentar llenar vacíos de información. Aun cuando te encuentres con algo que ya conoces con anterioridad, debes apegarte tan solo a la información que contiene el enunciado, ni más ni menos. Asimismo, debes huirle a los “absolutos”, es decir, aquellas suposiciones que vayan demasiado lejos. Puedes identificarlas gracias a palabras que denoten extremos como always/never, worst/best, none/all.
Ahora que conoces estos errores previos al GMAT Verbal y del día del examen, ¡estás preparado para enfrentar esta sección y obtener la mejor calificación!
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