Hacer el examen TOEFL, con sus 4 secciones que desafían al hablante no nativo, tiene sus altas y bajas. Algunos detestan la idea de tener que escribir un ensayo, otros tener que leer y analizar distintos textos. Pero si hay dos opiniones en las que suelen coincidir la mayoría son:
- Que la sección del Listening es en la que mayor confianza sienten.
- Que la sección Speaking les inspira miedo y por ende es con la que más intimidados están.
Con respecto a estar demasiado confiado con la comprensión auditiva, solo diré que es mejor pecar de precavido, pero ya de eso hablaremos en otra oportunidad. Hablemos de este terror que solemos sentir como hablantes no nativos hacia expresarnos oralmente en otra lengua. Específicamente en exámenes como este, muchos de aquellos que se están preparando en un curso TOEFL en Madrid tienen una combinación de pánico escénico y temor a obtener una mala puntuación. Pero todo esto nace de otra razón mayor: por diversos factores creemos que hablar puede dejarnos más en evidencia como extranjeros.
Si nos ponemos muy técnicos, esto no es enteramente cierto. Incluso aunque se note que eres extranjero, este examen no busca alguien que hable como americano, sino alguien que domine correctamente el idioma.
Así que olvida el rechazo que sientes hacia tu acento, ¿o acaso crees que eres el único? Estados Unidos está compuesto por muchos acentos, algunos más entendibles que otros, y eso sin contar los de otros países hablantes del inglés como el Reino Unido o Australia.
Te conozco, aunque acabas de leer todo esto y por fuera estás de acuerdo conmigo, aún tienes esa voz en tu cabeza diciéndote que con acento o sin él, vas a fallar en esta sección. Lo entiendo, yo sé que no es tan sencillo como sacudirse una pelusa de la ropa. Es por esto que, además del discurso motivador donde te digo que puedes lograrlo, quiero que me acompañes en esta guía gratuita TOEFL que EXAM Madrid Academy, tu academia TOEFL en Madrid, ha realizado para ti con los errores más comunes al momento de presentar la sección Speaking.
No solo conoceremos, según estudiantes que han presentado el examen y una revisión a sus exámenes, cuáles son estos errores, también analizaremos el motivo por el que se puede caer en él (spoiler: la mayoría nace del miedo). Adicionalmente, te daré un par de recomendaciones para que no seas tú quien tropiece contra esta pared. Sé que existe un refrán más viejo que el TOEFL el cual dice que nadie aprende de error ajeno, pero en este caso vamos a aplicar las palabras que una vez escuché: “No necesitas ser tú quien se queme, para saber que está mal meter la mano en el fuego”. Let’s go!
1. Hablar muy poco
Cuando nos ponemos nerviosos podemos tener una de dos reacciones, la primera es el silencio extremo y de la segunda hablaremos en el próximo punto. Yo sé que quizás no seas la persona más conversadora, que te gusta el misterio y que por eso prefieres utilizar pocas palabras.
Deja el misterio para otra ocasión, ya que te puede costar puntos. Durante el examen TOEFL en Madrid es necesario que deslumbres a tu oyente con tu elocuencia. Y tu oyente es un computador, que no suele impresionarse fácilmente, así que debes dar tu mejor esfuerzo.
Es común que tomes pausas al hablar para hilar ideas, bien sea durante la exposición de tu punto o justo al iniciar tu respuesta. Hasta cierto punto esto puede ser positivo, porque te ayudará a expresar mejor lo que deseas decir. Lo que no es positivo es que estas pausas se alarguen.
Una pausa prolongada al inicio puede significar que no comprendes lo que te piden y en los intermedios pueden hacer que tu evaluador considere que no tienes soltura al hablar. En ambos casos tu puntuación bajará.
Escucha (y lee) atentamente, para saber la opinión que quieren conocer de tu parte. Usa ejemplos propios y procura tener como meta responder de manera completa la interrogante. Si necesitas un momento para organizarte una vez se acabó tu tiempo de preparación, inicia tu respuesta repitiendo la parte central del enunciado. Para ayudarte a ganar segundos entre ideas, aprende el uso de conectores y palabras claves que adicionalmente también le darán fluidez a tu discurso.
2. Hablar en demasía
Cuando digo discurso, no quiero decir que vas a tomarte 10 minutos para responder. Esto nos lleva al otro lado de la moneda: estar a contrarreloj y la presión de ser evaluado pueden generar exactamente el efecto contrario al anterior. ¿Sabes cuál es el resultado de una persona que habla demasiado y tener tiempo limitado? ¡Hablar con gran velocidad! Y créeme, si hay algo más horrible que un acento, es conversar con alguien que parezca una cascada de palabras.
Sé que tu mente está en ebullición, que estabas esperando este momento para lanzar al mundo tu opinión sobre la vida. Todas las palabras del diccionario no son suficientes y por eso deseas inventar otras. Calma, amigo, para expresar tus ideas, necesitas que tus palabras se entiendan.
Hablar atropelladamente no te ayudará a ser comprensible, ya que afectará tu pronunciación. Por otro lado, aunque quieras usar todas esas palabras nuevas que aprendiste en tu preparación y durante el curso TOEFL en Madrid, en este caso olvida la decoración, menos es más.
Para combatir los nervios y dar una respuesta clara y concisa, tómate un par de segundos antes de responder para respirar profundamente, recuerda que dependiendo de la tarea cuentas con 15 a 30 segundos para prepararte antes de comenzar a hablar. Utiliza este tiempo sabiamente para organizar tus ideas, estableciendo prioridades a lo que deseas dejar claro y aquello que podrías sacrificar.
¿Recuerdas cómo al aprender el uso de la coma hacías pausas casi exageradas cuando veías una al leer? Imagina que estas escribiendo y colocas una coma entre una idea y otra, para hacer pausas cortas que te permitan recuperarte si te sientes nervioso nuevamente.
3. Sonar poco natural
Este error puede ir de la mano con cualquiera de los anteriores. Al sentir que tienes que impresionar a alguien, y si a esto le sumamos que ese alguien es una grabadora, es posibleque adoptes una forma de hablar poco propia de ti.
Ya sea porque hables con un tono de voz que no es el tuyo, porque utilices palabras demasiado elaboradas o porque carezcas de ellas, si te dejas vencer por los nervios, terminarás sonando como un robot. Al hacerlo, estarás afectando a tu flujo del discurso, restando puntos a tu nota final.
Para evitar estos errores tu mejor alternativa es acostumbrarte a ser grabado. Cuando te estés preparando para esta sección, ya sea que lo hagas con otra persona o por tu cuenta, grábate al responder a las preguntas de práctica. Escúchate a ti mismo e identifica si estás adoptando un tono de voz rígido. No quiero decir que debas hablar como le hablarías a tu mejor amigo, lo ideal es sonar como si hablaras con un profesor con el que tienes cierto tiempo tratando: ligeramente formal, pero con confianza.
Tener un vocabulario amplio es positivo, siempre y cuando lo utilices apropiadamente. Si no estás 100% convencido del significado de una palabra, ve por lo seguro y utiliza una que conozcas, esto será mucho más apreciado. Aprende sobre los conectores para que puedas recurrir a ellos, pues son ideales cuando quieres pasar de un punto al otro (o para darte una pausa a ti mismo).
Por último, pero no menos importante, antes de iniciar el examen cuando estés probando que tus auriculares y micrófono funcionan, verifica que puedas escuchar los enunciados para responder y, muy importante, que hables con un volumen de voz adecuado.
4. Detalles técnicos
Hay pequeños errores, como eso del auricular, que pueden llevarte a grandes desastres, precisamente por parecernos tan minúsculos, es fácil caer en ellos. El primero, aunque pueda sonar increíble en este punto del camino, tiene que ver con el tiempo. Yo creo firmemente que antes de hacer el TOEFL, mucho antes de iniciar la preparación, se debe saber la duración de cada sección y sus tareas, ¡de memoria!
Sin embargo, aún hay personas que se presentan al día del examen con una noción inexacta de este tema. Conocer cuánto tiempo tienes para responder, cuánto para leer/escuchar el enunciado y cuánto para prepararte te ayudará a saber con exactitud a qué te enfrentas y estar listo para ello.
Hablando de tiempo de preparación, como te decía antes, vas a contar con 15 a 30 segundos para organizarte antes de tener que responder, sin contar el tiempo de lectura o escucha en los casos que debas realizar estas acciones.
Aunque parezca poco, en realidad es más que suficiente si practicas con anterioridad. Mientras te estén presentando aquello sobre lo que debes hablar, aprovecha a tomar nota de palabras clave, para que durante estos 15 a 30 segundos puedas elaborar un esquema sencillo de tus ideas.
¿Otro error común? Olvidar tomar notas o directamente creer que en esta sección no es necesario hacerlo. Aunque ya no estés en el Writing y no te estén solicitando un ensayo, tener ciertos puntos resaltados en tus notas servirá como apoyo cuando sientas que estás perdiendo el hilo.
Si recurres a las notas podrás establecer con exactitud hacia dónde deseas dirigir tus palabras y lo que quieres expresar con ellas. Tanto si hablas demasiado, como si hablas muy poco, con esta técnica te ahorrarás el posible escenario de quedarte en el aire sin saber qué decir o ir sin rumbo. No olvides practicar suficiente durante tu preparación cómo tomar notas de manera eficiente, para que el día del examen no requieras de una gran cantidad de palabras para comprender tus ideas.
Volviendo al tono motivador, ahora que ya vimos la guía gratuita TOEFL con los errores más comunes para esta sección, es muy posible que todavía tengas algo de nervios. Nunca se van a ir por completo, así como es imposible no cometer aunque sea un pequeño error en el Speaking. Sin embargo, leyendo atentamente nuestros artículos y preparándote con nuestros cursos, dictados por profesores americanos nativos, buscaremos ayudarte a llevar este margen de error casi a cero.
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