Si eres estudiante de inglés, te habrás dado cuenta de que es complejo aprender este idioma al igual que cualquier otro. El problema es que también, a pesar de que es bastante estudiado, existen mitos y conceptos erróneos acerca de su contenido y estructura que, si los crees, pueden obstaculizar tu proceso de aprendizaje.
Lo primero que te recomiendo como estudiante de inglés es que, si realmente quieres aprender, separes la realidad del mito. Hay que abandonar cualquier idea falsa preconcebida, ya que no aporta nada al aprendizaje. Tu éxito en este ámbito dependerá de que abras tu mente y aceptes otra perspectiva.
A continuación, te presento algunos mitos acerca del idioma inglés, para que no los incluyas en tus conceptos y desaprendas aquellos que tengas en común. Recuerda que tu propio aprendizaje es el fruto de los métodos que se adapten a ti y a los objetivos que te plantees con el idioma.
Mito: La habilidad de hablar el idioma Inglés es un indicador de cuán inteligente eres
Realidad: Puede ser fácil decir o pensar en que no eres bueno en inglés a la primera dificultad que se te presente o al ver que no logras hablarlo en poco tiempo. Sin embargo, tú mismo en tu aprendizaje puedes aportar habilidades o talentos, e incluso perspectivas que te ayudarán a navegar en el idioma inglés y su cultura. Esto más bien constituye un aporte que trae buenos resultados en el aprendizaje, que te al final te sorprenderán.
Simplemente observa tu proceso de aprendizaje y adapta las metodologías para adquirirlo como segunda lengua, pues si aprendiste del español, también podrás aprender a hablar inglés.
Mito: Solo lograrás dominar plenamente el Inglés si es tu lengua materna
Realidad: Este concepto errado consiste en asumir que, si el inglés es tu idioma materno, entonces lo sabes utilizar en absolutamente todos los ámbitos, desde el general hasta el especializado.
Una cosa es hablar de un modo fluido de diversos ámbitos y lograr que los nativos te entiendan, otra cosa es dominar tanto el idioma que te garantice un desempeño extraordinario en el ámbito académico y profesional.
Sin embargo, ¿qué harías si debes escribir un ensayo académico para ingresar a la universidad o defender un trabajo de grado? En estos casos, muchos hasta pagan para que les hagan el trabajo.
Cuando estudiaba inglés, varios profesores me contaron que muchos graduados universitarios que hablan inglés nativo no saben escribir bien, porque su formación en la escritura académica es escasa. Así que concluí que ningún ser humano logra dominar totalmente su propia lengua, ya que siempre hay algo nuevo qué descubrir.
Mito: Solo los nativos pueden enseñar el idioma inglés
Realidad: Según decían muchos de mis compañeros de clase, solo los nativos del idioma pueden enseñarlo porque saben pronunciar bien. El problema con este mito es que, aunque los hablantes nativos tengan las destrezas de seguir las estructuras gramaticales en inglés de forma automática o pronunciar aquellos sonidos que no existen en tu lengua materna, la verdad es que muchos no saben enseñar la gramática ni como producir estos sonidos.
En general, y dada mi experiencia con profesores nativos y no nativos, mi nuevo concepto es este: ambos son eficientemente útiles. Para enseñar el idioma no solo se requiere conocerlo, sino también contar con las habilidades y la preparación para enseñarlo. Por eso en EXAM Madrid Academy existe una amplia diversidad cultural de profesores expertos en la enseñanza del idioma inglés, tanto nativos americanos como no nativos.
Mito: Aprender inglés debe ser un reto constante
Realidad: ¿Realmente aprender inglés debe ser difícil o representar un reto? Es comprensible que todo idioma sea complejo, pero eso no significa que todo lo que tengas que aprender del idioma inglés desde casa deba ser difícil.
Ahora, lo que puedes hacer en tu proceso de aprendizaje es que fijarte metas, desde las más sencillas hasta las más complejas, y medir tus progresos. Lo importante es que te mantengas en contacto constante con el idioma, para que puedas enriquecer tu vocabulario, mejorar la pronunciación y desarrollar la comprensión y la fluidez.
Mito: El inglés británico es el mejor inglés
Realidad: Muchos estudiantes, incluso los mismos británicos, consideran que el inglés británico es el mejor inglés del mundo. Este mito ha hecho que muchos estudiantes no nativos aspiren y anhelen tener un acento británico del idioma y piensen que el idioma en sí solo depende del acento.
La realidad es que existen otras variantes del idioma. Tenemos el inglés británico, el canadiense, el inglés hablado con acento nigeriano, el inglés que se habla en Trinidad y Tobago, incluso el inglés de Jamaica, cada uno con su propio slang.
Ninguno es mejor que otro. Depende de en qué país quieras desarrollar tu carrera, buscar empleo o hacer una nueva vida.
Mito: Los nativos no cometen errores de lenguaje
Realidad: Cuando estudias inglés, también te topas con la idea de que todos los nativos se comunican perfectamente y no cometen errores. La realidad es que la fluidez de los nativos no tiene nada que ver con la habilidad de hablar el idioma sin errores.
Durante tu proceso de aprendizaje del idioma inglés, debes aprender a aceptar que nunca se debe buscar la perfección. Lo importante es que aprendas a comunicarte en primer lugar, y poco a poco ir puliendo los aspectos gramaticales y de pronunciación. No temas cometer errores al hablar, pues este es el camino hacia la fluidez. Para que aprendas a caminar, debes primero gatear.
Mito: La fluidez va de la mano con la gramática
Realidad: Dicen las malas lenguas que si aprendes la gramática entonces tendrás mayor fluidez. No necesariamente es así. Tú puedes ejercitar la fluidez con otras técnicas, sin necesidad de depender de la gramática, ya que, si no acompañas la teoría con la práctica, tu fluidez no se cultivará, aunque tengas un excelente desempeño en la gramática.
De hecho, tú puedes desarrollar la fluidez desde el principio con situaciones específicas como presentarte, pedir alguna dirección o comprar en una tienda. La verdad es que cada situación te puede servir de oportunidad para mejorar y pulir la fluidez diariamente.
Mito: Solo debes estudiar inglés en el extranjero
Realidad: También existe el pensamiento de que la experiencia de haber estado o haber estudiado en el extranjero es la solución a todos tus problemas en el aprendizaje del idioma inglés.
Sin embargo, en mi experiencia como estudiante, he tenido compañeros que han gastado su dinero en eso, pero terminan decepcionados porque su conocimiento de inglés no es suficiente, a pesar de que estuvieron inmersos en el idioma y la cultura.
Si tienes tiempo, recursos y estás dispuesto a aprender a hablar inglés en línea, puedes hacerlo por tu propia cuenta sin necesidad de salir del país. Simplemente es cuestión de que escojas el programa online que mejor se adapte a tu proceso de aprendizaje y con el que puedas vivir tu vida a través del inglés, que lo hagas parte de tu vida.
Mito: Necesitas tener un certificado para demostrar que sabes inglés
Realidad: El conocimiento del idioma inglés no se demuestra a través de un certificado. Simplemente es cuestión de que demuestres con hechos si lo hablas o no, o si lo entiendes o no. Un certificado no es un indicador de fluidez en el idioma. Si asocias el certificado con el conocimiento, entonces no tienes la confianza en lo que has aprendido.
Solo si usas la lengua en tu vida cotidiana, te hará sentir seguro de lo que sabes y te ayudará a medir tu progreso. Estos certificados son útiles en casos específicos como cumplir con requisitos de admisión a una universidad en el extranjero y te ayudará a ser consciente de las aptitudes que necesitas en cuanto al idioma inglés, cuando se trata de estudiar una carrera profesional en un idioma que no es el español.
Una buena puntuación en un examen de nivelación de inglés solo te dará un requisito necesario para cumplir ciertas metas y objetivos. La idea es que realmente sepas comunicarte espontáneamente en una situación real.
Mito: Los niños aprenden mejor inglés que los adultos
Realidad: Es cierto que hay estudios que demuestran que los niños aprenden más rápido un idioma que los adultos, pero esto no tiene por qué asociarse con la idea de que los niños tienen algún tipo de ventaja y, por consiguiente, tú como adulto una desventaja. No se trata de que los niños sean mejores aprendices, sino el enfoque con que lo hacen.
Los niños son más flexibles a las nuevas reglas y, como resultado, alcanzan una mayor competencia lingüística más rápida que los adultos, pues pueden recordar nueva información con mayor facilidad.
Las personas más desarrolladas, en cambio, abordan el idioma con el fin de resolver un problema específico y se apegan más a las reglas y a la lógica. Además, tienen miedo de hablar y de cometer errores. Esto en muchos casos limita su aprendizaje.
Pero tú no tienes porqué permitir que esta idea te obstruya tu decisión de aprender inglés. Los adultos pueden aprender las primeras etapas del idioma con mayor rapidez que los niños gracias a su enfoque lógico.
Además, si te conviertes en un bilingüe adulto, demostrarás que sabes leer y escribir en dos idiomas y que conoces cómo funciona la lengua, incluso, se te hará más fácil aprender un tercer idioma. Recuera, la edad es solo un número. Aprovecha tus experiencias y conocimientos previos para aprender inglés.
No te bases en los mitos mientras estudias un idioma, por muy positivos que parezcan. Estar mejor informado sobre tus necesidades de aprendizaje es el primer paso hacia el éxito.
Puedes también identificar el método que te funciona y descartar el que no. No tengas miedo de preguntar, de aprender cosas nuevas y de compartir lo aprendido con otros.
Esfuérzate por conocer el entorno cultural y la forma en que interactúan los nativos según el contexto comunicativo.
De esta manera podrás también interactuar con otros, respetando su cultura y haciendo frente a nuevos retos de aprendizaje. De igual modo, podrás marcar la diferencia durante el inglés básico, intermedio, avanzado o conversacional en línea, con respecto a la manera en que has desarrollado tu aprendizaje del idioma inglés.
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